El
año va bien por ahora. Hasta la semana pasada, ha habido mucho trabajo, de modo
que, tras varios años flojos, he podido volver a salir de España: a principios
de mayo estuve cinco días en Londres. El 1 de mayo, por fin, subimos al Puig
Campana, tras varios años intentando poner fecha a esa excursión. A principios
de junio hice un par de exámenes y los aprobé: el B2 de inglés de la EOI, y la
asignatura de Ciencias y tecnología que me quedaba de la ESO. Son dos titulillos muy básicos, pero hay que tenerlos. Lo había ido dejando pasar demasiado tiempo.
El equipo de futbito, finalmente, ha conseguido remontar 8 puntos y no quedar último de la liga. Penúltimos, pero es un éxito para un equipo de colegas recién formado y con algunos que no están demasiado en forma, y con gente que habitualmente no jugaba. Todos tenemos entre 30 y 40, y generalmente competimos contra gente más joven.
El equipo de futbito, finalmente, ha conseguido remontar 8 puntos y no quedar último de la liga. Penúltimos, pero es un éxito para un equipo de colegas recién formado y con algunos que no están demasiado en forma, y con gente que habitualmente no jugaba. Todos tenemos entre 30 y 40, y generalmente competimos contra gente más joven.
El
13 de agosto me voy a Croacia y Bosnia con dos amigos, hasta el 24. Hemos
reservado vuelos de Barcelona a Dubrovnik y de Zadar a Barcelona. Cogeremos un
coche de alquiler en el primer aeropuerto, y lo devolveremos en el otro.
He
decidido apuntarme a un curso de dibujo en la escuela de Bellas Artes para esta
temporada, a empezar en octubre, y tengo la intención de irme preparando por
libre para intentar conseguir el C1 de Cambridge en 2017.
Hace
una semana empecé las vacaciones, debido a una disminución de los pedidos.
Supongo que a partir de septiembre volverá a haber trabajo seguido. Me he
pintado la habitación y me he apuntado a las oposiciones para Correos. Y,
pensando en amueblar mejor la habitación…
Se
me ocurrió ir al Ikea de Valencia y, de paso, estar un par de días en la
ciudad, donde tengo algunos amigos viviendo. Quedé con Colomer y dormí anoche en
el piso de su familia. Y de paso, he aprovechado para hacer algunas fotos.
Lo
que más me atrae de esta ciudad es el verde. Prácticamente todas las calles
poseen muchos árboles. Y el clima. Soy de una zona montañosa del interior de la
Comunidad, entre Valencia y Alicante, donde en invierno hace bastante más frío,
y me da la impresión de que en esta ciudad casi siempre sea primavera o verano.
La
ciudad es grande, pero me encanta recorrer largas distancias caminando por
ella.
Llegué por la tarde, y empezamos a pasear por el Parque/jardín del Turia, el antiguo cauce del río, hasta llegar, allá a las 21:00, a la zona del Hemisfèric.
Solemos
ir desde las Torres de Serranos hasta la Ciudad de las Artes y las Ciencias.
Unos 3’5 km muy espectaculares.
Todo el parque que ocupa el viejo lecho del río, desde el Bioparc o La Canaleta hasta casi el mar, tendrá unos 9 km. El trayecto pasa bajo algunos antiguos puentes de piedra, otros más modernos, y pasarelas peatonales. Es uno de los mayores jardines urbanos de España, con 110 hectáreas.
Todo el parque que ocupa el viejo lecho del río, desde el Bioparc o La Canaleta hasta casi el mar, tendrá unos 9 km. El trayecto pasa bajo algunos antiguos puentes de piedra, otros más modernos, y pasarelas peatonales. Es uno de los mayores jardines urbanos de España, con 110 hectáreas.
De día siempre veo, por ese inmenso parque, a mucha gente corriendo, paseando, yendo en bici, o practicando otros deportes. También mucha gente tumbada sobre el césped o sentada.
Los
edificios de Calatrava me generan sensaciones contradictorias. Por una parte, son
espectaculares y encajan perfectamente en ese espacio verde y hundido varios
metros bajo el nivel de la ciudad. Pero da rabia lo que han costado, que en
gran parte son sobrecostes de los que fueron a parar a bolsillos privados, como
es desgraciadamente costumbre que suceda con las obras públicas en este país. Ya lo escribía Pérez Galdós hace un siglo, aquéllo de "Los dos partidos que se alternan tranquilamente en el poder, se dedican a pastar en el presupuesto..." Ocurre que el PP valenciano, en 20 años, ha arrasado esos pastos. Se ha pasado tres pueblos.
Allí
actuaban, sobre un escenario en el lago artificial, un montón de alumnos de la
escuela de música Berklee, que se iban relevando cada tres o cuatro temas. El
estilo era jazz fusión, generalmente instrumental. Hubo algunos temazos de funk muy
bailongos. Por ejemplo, interpretaron Kiss de Prince. Perfecto para empezar la noche. Dijo Colomer que lo hacen cada
viernes.
Había parejas remando sobre canoas y barcas, y gente metida en grandes esferas de plástico hinchable que flotaban rodando. Lo de las canoas me gusta, pero eso de introducirte a lo hamster dentro de una bola me parece "Pagar pa patir".
Había parejas remando sobre canoas y barcas, y gente metida en grandes esferas de plástico hinchable que flotaban rodando. Lo de las canoas me gusta, pero eso de introducirte a lo hamster dentro de una bola me parece "Pagar pa patir".
Hacia
las diez nos fuimos para ver el correfoc que iba desde la plaza de toros hasta
la Puerta de la Mar. Compramos bocatas para cenar y vasos de ron con cola, y
llegamos justo a tiempo para verles llegar a esta plaza y vivir la fiesta de la
conclusión.
Después,
con el segundo vaso de ron cola, caminamos hasta el puerto, donde había
botellón, y pronto volvimos a casa en autobús, reventados. A las tres nos
acostábamos.
Me
he levantado casi a las diez y no he querido despertar a Colomer. Hacia las
once estaba callejeando por el casco antiguo.
La Estació del Nord, adonde llegan los trenes. Las vías parten en dos la mitad sur de la ciudad, pero van a ser soterradas, y sobre ellas se construirá el Parque Central. Están en marcha las obras de la primera fase del parque. Lo complicado (por caro) es la segunda fase, que incluye soterrar las vías. Tardarán todavía algunos años en llevarla a cabo. Es una obra absolutamente necesaria, aunque quizá agrave la problemática de gentrificación que está teniendo lugar en el vecino barrio de Russafa, que se ha puesto de moda en los últimos años.
Allá a la una, he quedado con
él en el Mercado de Colón, un edificio modernista.
Hemos cogido paella, fruta y
agua de un “comidas para llevar” cercano, y hemos bajado al Parque/jardín del Turia
para comer.
Más
tarde hemos ido en autobús a la playa de la Malvarrosa y, desde allí, hemos
paseado hasta el Tinglado nº2 del puerto, una especie de vieja nave industrial abierta
por los costados, uno da al embarcadero y el otro a la calle.
Siempre ves gente
patinando o descansando a la sombra. Es un lugar relajante, a la vez que
animado. Un rincón especial. Hace un siglo, se empleaba como almacén de
mercancías.
A
las 18:00 nos hemos ido al Ikea, y he terminado las compras sobre la campana, a
las 22:00.