jueves, 30 de agosto de 2018

Odio

Si te maltratan, quizá tiendas a debatirte entre dos opciones: 

1.-Pensar que no vales, tratar de ser comprensivo con las supuestas razones por las cuales se comportan así, ponerte en la piel de quien te machaca, pensar que lo hacen de un modo inconsciente, sin maldad, sin darse cuenta del daño que te hacen, y terminar cortándote las venas,






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2.- Pensar que se dan perfecta cuenta del daño, que no les importas una mierda, que te utilizan para obtener algo que no tiene que ver contigo, y odiar, ser consciente de la injusticia, dejar crecer la rabia, y que ese odio te impulse a reaccionar, a moverte para mejorar, para que no te vuelva a suceder.



Es una vergüenza que el verbo odiar tenga connotaciones tan negativas. A veces, el odio es vida. Seguir vivo depende de que el odio se imponga a la tristeza.

Odio, luego seguiré existiendo.





Nada me resulta más tierno y encantador que Lauren Mayberry amenazando con matarme. Un rostro similar debía tener Dunia mientras apuntaba el revólver hacia Svidrigáilov en "Crimen y castigo".

2 comentarios:

  1. Cristian, un poquito de odio es necesario. En mi caso, mi odio se evapora muy pronto porque me cuesta mantener ese caldero hirviendo. Mi odio acaba convirtiéndose en un poso de deceoción. La suerte que tengo es que, a la larga, sólo recuerdo lo bueno. Aunque no olvido. Parece una contradicción, pero no lo es. Al menos, para mí.

    Si ese odio es por la chica de tu entrada anterior, tengo la impresión de que te trata mal no porque le importes una mierda, sino porque no le importas, ni siquiera se da cuenta del daño que te hace. Y eso debería ser muy clarificador para ti. No te conoce, no se percata del alcance de sus acciones sobre ti. Te vuelves invisible. Debes alejarte, eso pienso. Es mi opinión, desde luego. Te digo lo que a mí me parece.

    ¡Y olvídate del suicidio, por favor! ¿Por qué simpre pensamos que no valemos en vez de pensar que esa persona no vale para nosotros? Aplícate el cuento.


    (Por cierto, me encantan las canciones que pones)

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  2. Yo, con según qué situaciones y personas, puedo perder el odio o mantenerlo para siempre. Evidentemente, con este tema es una cuestión puntual de supervivencia. Estoy casi seguro de que no la voy a seguir odiando dentro de medio año. Pero sigo odiando como el primer día a un par de tipos que me trataron a patadas en el curro, en cierta fábrica textil, hace más de 10 años.

    Sí, pienso que no se da mucha cuenta de lo que me está haciendo. Pero hay cosas en las que es imposible no darse cuenta. Cuando me envió esos audios insultando a mi amigo allí presente, y revelándome que llevaban una o dos semanas follando, echándole en cara que no se preocupase de ella durante la noche de fiesta, y alabándome a mí por haber estado acompañándola, estaba utilizándome como testigo de su disputa, representando su farsa de "pero hasta aquí hemos llegado, porque me ha perdido, he tenido mala suerte de liarme antes con él, que no me trata como tú..." Ahí estaba claro que me usaba para picarle, en plan "Y le cuento a tus amigos cómo eres", pero no tenía ninguna intención de cortar con él y venirse conmigo. Me cabreé y me deprimí, pero tardé más de una semana en asumir del todo que esos audios demostraban claramente que no le importaba gran cosa lo que yo sintiera. Y en decidir que, definitivamente, la odio.

    Tienes un gusto musical inmejorable, Lou.

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