sábado, 23 de junio de 2018

Estranged (Guns N' Roses, 1991)


Si hay una canción que define mis gustos, es esta. Siempre me ha enamorado, en especial, la "segunda mitad" de la canción, más o menos desde el minuto 4. Las primeras veces que vi el vídeo en la tele, a mis 15 años, en 1993, me dejaba loco, me parecía absolutamente mágica. La "canción de los delfines". Sonaba completamente diferente a todo lo demás. Música que tenía vida propia más allá de las letras. Era el tipo de rock que gran parte de los rockeros encuentran aburrido, ya que es sofisticado, complejo, melódicamente genial, virtuoso, con letras introspectivas, que hablan de problemas personales, del desamor, de la soledad, de la depresión, sin atisbo de "compromiso social" ni "mensaje", sino música porque sí, con un piano muy protagonista, con largas secciones instrumentales, con un par de grandes solos de guitarra, con esos riffs tan blues, de esa guitarra poderosísima, super expresiva y elocuente a lo Jimmy Page, con distintos estribillos, que no serán ni estribillos, si, como mucho, se repiten dos veces...

Era un tipo de rock que se volcaba completamente del lado de Led Zeppelin y Pink Floyd, y se alejaba del ruido simplista del punk. El tipo de rock que da importancia a la música por sí misma, que la celebra, y no la reduce a mero vehículo de reivindicaciones políticas, ni escueto acompañamiento para letras poéticas. El tipo de rock que no supedita la música a la lírica. El tipo de rock que hace vomitar a un seguidor de Sex Pistols, la Polla o Reincidentes.

Y además, el vídeo es espectacular. Todavía me cuesta creer que la pasaran tantas veces en Los 40 Principales. Sí, también sacaban grandes canciones, una de cada 7 o 25, depende del momento, pero de esta longitud y características, ninguna otra.

Un buen día se me ocurrió buscar en Youtube si existía alguna versión de piano solo de Estranged, y fue así como conocí las maravillosas interpretaciones de Viktoriya (Vika) Yermolyeva. Qué cerebro hay que tener para tocar así. Lo que hace con November rain es descomunal. Y con Fade to black de Metallica, y con Chop suey, de SOAD, y con New born, de Muse, y tantas otras...









Y mira que Slash es feo, pero todo el que haya cogido una guitarra eléctrica ha soñado con ser él en el vídeo de November rain. Ese primer solo es uno de los más épicos de la historia.